viernes, 15 de abril de 2011

CHARLES TAYLOR: LAS VARIEDADES DE LA RELIGIÓN HOY / APUNTES DE LECTURA








Gonzalo Gamio Gehri






Taylor, Charles Las variedades de la religión hoy Barcelona, Paidós 2004.





El libro que presentamos constituye una revisión de la obra de William James en materia de filosofía de la religión (particularmente Las variedades de la experiencia religiosa y La voluntad de creer) a la luz del pensamiento crítico contemporáneo. Nuestro autor pretende discutir la vigencia del enfoque de James para la reflexión religiosa. Sugiere que se trata de una obra que ha envejecido poco.


La piedra angular de la religión según James es la experiencia viva, febril, del creyente. No se remite a la vida ordinaria de la comunidad religiosa, pues considera que en la transmisión de la fe se pierde la fuerza de la experiencia original. Concentra su atención en la experiencia individual de contacto con lo que se considera divino. La reflexión filosófica o teológica vienen después (son ‘acto segundo’). Por lo general la espiritualidad del místico es considerada herética, la “ortodoxia” tiende “a ahogar el espíritu religioso”. James pretende distinguir entre el sentimiento religioso y el énfasis en el dogma y la corrección doctrinal.


El objeto de la investigación de James es el “nacido dos veces”. En contraste con los “nacidos una vez” – que consideran que todo va por la senda correcta y que Dios está de su lado -, el espíritu religioso se asocia con la disposición de las “almas enfermas”, que perciben claramente “el dolor, la desgracia, el mal y el sufrimiento en el mundo”. Estas almas son conscientes de su cautiverio. El filósofo norteamericano distingue tres tipos de enfermedad religiosa:


- La melancolía religiosa, para la que el mundo se revela extraño, desprovisto de sentido.


- La melancolía basada en el miedo, para la que el mundo se manifiesta perverso, de modo que el creyente desespera frente a la proximidad del mal.


- La aguda conciencia de los propios pecados, basada en la comprensión de la naturaleza humana como básicamente pecadora.



Estos estados del alma se superan a partir del “segundo nacimiento”, el nacimiento en la fe. Una experiencia de liberación a partir de la intervención de la Gracia, que produce en el creyente una actitud de confianza en la salvación, “o en el triunfo del Bien”. Con estos nuevos ojos, el mundo se muestra más bello y real. Esta experiencia la encontramos a menudo en la espiritualidad protestante. La cultura postmoderna, en contraste, parece afirmarse en la experiencia de la desaparición de la garantía de sentido. En muchos casos, la teología conservadora busca impugnar esa retirada de sentido.


A James le preocupa especialmente el problema de la admisibilidad de la fe. Una línea de investigación cientificista rechaza la espiritualidad religiosa en virtud de que no cuenta con el respaldo de certezas científicas. El autor considera que el conflicto cientificismo / creencia religiosa es un conflicto de decisiones pasionales, que entrañan miedo al error y fe. Suspender el juicio es ya optar en este dilema. James reivindica el derecho a creer. Taylor vincula esta temática con la famosa apuesta de Pascal.


Taylor se ocupa del problema de la secularización desde el horizonte de la remisión moderna – en materia de la vida personal e institucional – al tiempo ordinario, en contraste con las continuas referencias de la religiosidad y la política premodernas al “tiempo superior” como fuente de sentido. Evoca la idea de la sociedad, sus instituciones y el sistema de derechos como fruto del “diseño divino” en el mundo ordinario (EEUU, 1776).


En la última parte Taylor examina los modos de entender el vínculo ente Iglesia, sociedad y vida personal. Se apoya en la tesis de Durkheim según la cual las Iglesias contribuyen a definir lo sagrado en la sociedad.


Taylor distingue tres modelos derivados de esa tesis:



- Paleodurkheimiano: alude a la "dependencia óntica" del Estado y las institucionesrespecto de Dios y del “tiempo superior”.


- Neodurkheimiano: apela a la idea deísta del “diseño divino”.


- Postdurkheimiano: proridad de nuestra experiencia individual. La con lo espiritual cada vez está más desligada de nuestra relación con la sociedad política.



Incluso si se sigue respaldando a las Iglesias desde canteras postdurkheimianas, según Taylor, este respaldo no anula la prioridad de la libertad individual cuando se confronta con la doctrina (p.e., en materia de ética sexual o en temas de justicia social).


1 comentario:

Gonzalo Gamio dijo...

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